Soy una mujer de 58 años y padezco artritis reumatoide desde hace 27. Yo era una persona sana, nunca había sufrido ningún tipo de enfermedad grave ni de especial relevancia, pero a raíz de dar a luz a mi hija mayor, cuando tenía apenas 31 años de edad, empecé a notar los primeros síntomas en el momento en el que finalizó el periodo de lactancia.